Si eres trabajador autónomo, debes cumplir con ciertas obligaciones fiscales según la actividad que realices y tus circunstancias particulares. Al registrarte en Hacienda y comunicar que vas a desarrollar una actividad, es necesario indicar a qué impuestos estás sujeto.
Como norma general, todos los trabajadores autónomos deben presentar la declaración de IRPF anual y, si sus ingresos no están sujetos a retención, hacer pagos fraccionados trimestrales. Sin embargo, si trabajas en una actividad en la que ya te retienen el IRPF en tus facturas emitidas, no tendrás que presentar el modelo 130 de ingresos a cuenta.
Si tu actividad está sujeta al IVA, deberás hacer declaraciones trimestrales y anuales. Si tienes empleados, eres inquilino del local donde ejerces la actividad o te han emitido facturas profesionales con retención, deberás pagar las retenciones trimestrales correspondientes y presentar los modelos informativos anuales.
Además, existen otros modelos informativos anuales, como el 347 o el 390, que también debes tener en cuenta.